LESIONES MAS COMUNES EN EL PADEL Y COMO EVITARLAS
Lesiones mas comunes en el padel:
Estimados jugadores de la liga el Recreo, el pádel es considerado un deporte lesivo. Por impactos, repeticiones, giros, arrancadas, golpeos y frenadas, es una practica deportiva que conlleva abundantes lesiones. Más, en el jugador amateur como es nuestro caso. Y más aún por ese cliché sociológico que asegura que no es necesario estar en forma para practicarlo.
Por ello os animamos a que hagáis deporte de forma regular y os pongáis en forma, ya que, no es suficiente con jugar uno o dos partidos a la semana de padel sin complementarlo con algo mas de ejercicio físico, de ese modo evitaremos molestas lesiones.
Según un estudio epidemiológico de las lesiones en España (7), el pádel es el 6º deporte con mayor número de lesionados (el fútbol ocupa el primer puesto, seguido del futbol sala, tenis, atletismo y baloncesto). Además, es el 2º deporte que mayor porcentaje de rehabilitación necesita, tal y como se puede ver en la siguiente imagen:
Los movimientos y desplazamientos más frecuentes del pádel pueden incidir de forma lesiva en el pie; concretamente en la articulación del tobillo.
García Acedo y Ares Bella (8) señalaron que en su experiencia clínica, las tres lesiones que más suceden en el pádel son los esguinces de tobillo (27.27% de las lesiones), las micro-rupturas de gastronemios (18.18%) y las sesamoiditis y fascitis plantares (18.18%). Más del 50% de los jugadores que se inician en el pádel afirman haber sufrido alguna lesión deportiva practicando este deporte (9)
Siguiendo los estudios e investigaciones, las 6 lesiones más comunes en el pádel son:
Epicondilitis
Probablemente, la más frecuente. El denominado ‘codo de tenista’ se produce por la irritación de los tendones que atraviesan el codo, uniendo brazo y antebrazo. Esto provoca dolor en la región lateral extendiéndose en muchos casos por el antebrazo y la muñeca.
Porque la epicondilalgia impide realizar los gestos necesarios para jugar al pádel, que muchas veces conlleva una sensación de pérdida de fuerza y que en muchos casos viene provocada por nuestra negligencia como jugadores. La elección de una pala pesada y con el balance hacía la cabeza, la nula absorción de vibraciones de algunas palas y los gestos técnicos incorrectos –el famoso muñequeo- son las causas más frecuentes.
Una epicondilitis que obliga a dejar de jugar a muchos jugadores por una larga temporada y que, por mucho que nos obcequemos en utilizar material ortopédico especializado, debe ser tratada por un especialista.
Rotura de fibra de los gemelos
Esta lesión se da tras una situación donde el jugador de pádel realiza una arrancada o sprint inesperado y violento o saltando hacia atrás para golpear una bola alta, al caer la presión y el movimiento antinatural provocan la rotura parcial o total del gemelo y sus fibras. Existe una contracción muy brusca del gemelo interno y esto puede ocasionar una rotura parcial o total del mismo.
Raúl Molina, partido de liga El recreo de Aljaraque.
Fascitis plantar
Si duda, una de las más molestas. La fascitis plantar es una lesión que provoca dolor en el talón y la planta del pie y que viene provocada por una inflamación de la fascia plantar.
Y es que la fascitis plantar provoca una sensación aguda de dolor que nos impedirá movernos por la pista. Correr, saltar y girar son acciones utópicas cuando se sufre esta dolencia y en muchos casos acaba convirtiéndose en un problema grave al no saber parar cuando la molestia ha comenzado.
Una lesión bastante común y que tiene diversas causas. La mala elección del calzado para la práctica deportiva, defectos en el apoyo o la forma de pisar y el exceso de actividad suelen ser las más frecuentes.
Sin duda, es una de las lesiones que mayor tratamiento necesitan y, además del uso de plantillas especializadas, será imprescindible acudir al médico y/o fisioterapeuta.
Esguince de tobillo
Aunque existen los esguinces de rodilla, y son habituales, sin duda el que se lleva la palma es el de tobillo. Un tipo de lesión que se produce al realizar un mal gesto y llevar a los ligamentos de la articulación a un sobreestiramiento o distensión. Incluso a un punto cercano a la rotura en el peor de los casos.
Esta lesión se clasifica en diferentes grados en función de la cantidad de distensión de los ligamentos, de la inflamación y el derrame, de la existencia de lesiones asociadas y, por tanto, de la impotencia funcional que conlleve tal lesión.
El esguince de tobillo se desencadena debido a los giros, arrancadas y frenadas propios del pádel obligan a una actividad frecuente de la articulación del tobillo, provocando estrés en esta zona. Todo, aderezado por un nulo calentamiento que provoca que entremos con las articulaciones ‘frías’ en la pista.
Dependiendo del grado del esguince, esta lesión nos obligará a estar una temporada lejos de cualquier actividad deportiva y, en muchos casos, nos hará pasar por el fisioterapeuta y un readaptador de lesiones.
Lesiones de hombro
Si hablamos de forma genérica en este apartado es porque, desgraciadamente, son diversas las lesiones de hombro que se dan a la hora de practicar al pádel. Pero, dentro de todas ellas, las más habituales son las tendinitis del manguito rotador.
Estas lesiones se originan por movimientos repetitivos en posiciones de estrés para la articulación y descompensaciones musculares entre otros factores. Además, conllevan un intenso dolor agudo que puede incluso desencadenarse por la noche y complicarnos el descanso, pérdida de fuerza y gran limitación en la movilidad del miembro superior.
Se trata de lesiones frecuentes en el pádel ya que dos de sus gestos técnicos son de gran exigencia para este complejo articular. El remate y la bandeja son los dos golpes más agresivos para esta zona y los que pueden provocar esta incómoda sensación.
Esta lesión nos obligará a pasar por fisioterapia y realizar un trabajo de rehabilitación durante varias semanas.
Lumbalgia
Aunque es una dolencia habitual en la vida de muchas personas, el pádel es un deporte agresivo que provoca esta dolencia. Una lesión que se traduce como un dolor localizado en la parte inferior de la espalda por la asimetría que conlleva el pádel.
Y es que el pádel, por la cantidad de impactos sobre una superficie dura, los giros y la flexión, extensión y rotación de la columna vertebral suele conllevar este dolor. Todo esto, sin contar con otros factores como puede ser la descompensación, el el acortamiento de la musculatura de la cadena posterior o una baja potencia en la zona abdominal.
Una lesión que, puede ser variable en cuanto a su gravedad e importancia en nuestra calidad de vida, provocará una sensación constante de malestar continuado y para la que es recomendable llevar a cabo un trabajo de rehabilitación y readaptación física.
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